Como hemos mencionado, existen varios métodos para la limpieza. Algunos más complejos que otros. No importa cuál de ellos elijas, lo importante es la intención con la que realices el proceso. A continuación te explicamos algunas de ellas.
Uno de los métodos más recomendables consiste en pasar el cristal por los 4 elementos: 15 minutos cubierto en la tierra; 15 minutos sumergido en agua limpia; 15 minutos sahumado con el humo de salvia blanca, palo santo o un sahumerio de tu elección y, finalmente, 15 minutos cargando bajo el sol. Recuerda que nuestro sahumador está pensado para que realices este ritual de manera cómoda y segura.
Aunque este es el método más recomendable, somos conscientes de que es extenso. Si llegarás a necesitar un método rápido y sencillo, aquí te damos otras alternativas:
Déjalos unos minutos debajo del agua corriente, ya sea la del grifo o de alguna fuente natural como el mar. Prepara un recipiente de cristal con agua y una cucharada de sal. Déjalos allí durante 15 minutos. Sahumarlos con el humo de salvia, palo santo o un sahumerio de plantas, incienso o copal durante un periodo cercano a los 15 minutos. Esta es una de las técnicas más utilizadas ya que es segura para mantener la integridad de tus cristales.
Recuerda que muchos cristales como la selenita, la pirita y la turmalina se deterioran por la exposición al agua. Asi mismo, Exponer los cristales de color al sol puede causar en ellos deterioro en su aspecto. Es por esto que en La Quintaescencia elegimos siempre sahumar nuestros cristales ya que no ponemos en riesgo su integridad. Al hacerlo sobre el platico de nuestro sahumador se convierte en toda una experiencia sensorial.
Sea cual sea la opción que elijas, lo más importante es tener siempre en mente la intención de eliminar de ellos toda energía negativa para que queden cargados de amor y pureza.